sábado, 20 de febrero de 2010

El leon que no fue

Las autoridades canadienses anunciaron hoy la captura sin incidentes del león "Boomer" tras merodear durante más de 24 horas en las cercanías de Ottawa.
El león, de seis meses de edad se había escapado el martes de una casa en la reserva indígena Kitigan Zibi Anishinabeg, en las proximidades de la localidad quebequesa de Maniwaki.
La policía de Québec dijo que "Boomer" fue capturado a primeras horas del jueves gracias a que una mujer avistó el león en la cuneta de una carretera.
El dueño de "Boomer", que no comunicó a las autoridades de la reserva que estaba en posesión del animal hasta su desaparición, había señalado que el león estaba totalmente domesticado y que no suponía ninguna amenaza para las personas.
Efectivamente, tras ser localizado por la policía, el león dejó que los agentes le colocarán sin ningún problema una soga al cuello y que le introdujeran en un vehículo policial.
La televisión pública canadiense CBC dijo que el león fue transportado a la estación de policía de la reserva y metido en una de las celdas a la espera de que funcionarios del gobierno de Québec se hagan cargo del animal.
CBC también señaló que el animal, que llegó esta semana a la reserva, acude cuando se le llama por su nombre, se alimenta con un biberón y ha aprendido a defecar sólo en donde se le ordena.
Tras saberse que un león merodeaba por la zona, el jefe de policía de la reserva Kitigan Zibi Anishinabeg, Gordon McGregor, dijo que "me he dado un susto de muerte".
La policía de Québec llegó a utilizar un helicóptero dotado con cámaras infrarrojas, para la detección de fuentes de calor, para intentar localizar el animal.

Nuestro cristianismo domesticado y subyugado por la cultura del querer tener, de no ser perturbados por nada que afecte nuestra tranquilidad personal, atrapados en la búsqueda del reconocimiento, pierde fuerza, se vuelve irrelevante, intrascendente.
Así como “Boomer” no actuó de la forma que se esperaba de él, y nada llamo más la atención de aquellos que estaban asignados a su búsqueda, que encontrarse con un animal totalmente diferente del que esperaban.

Asi muchas veces la gente se asombra al vernos a nosotros reflejando a través de nuestras acciones una imagen difusa del cristianismo que profesamos.
No nos dejemos domesticar por el entorno, no perdamos la esencia de quienes somos, seamos esa levadura que leuda poco a poco toda la masa a través de actos constantes de servicio y humildad, esa luz que alumbra y refleja la imagen del amor genuino que da sin esperar recibir nada a cambio.

1 comentario:

Andres Modini dijo...

Muy buena la refle un abrazo