jueves, 13 de mayo de 2010

Nunca es demasiado tarde

A medida que pasan los años tendemos a volvernos mas conservadores, las utopías y sueños de juventud comienzan a desvanecerse en la medida en que crecen las responsabilidades que la vida trae.

Quisiera definir dos clases de remordimiento que sentiremos en algún momento de nuestras vidas, remordimiento por las acciones como: “Desearía no haber hecho lo que hice”., y remordimiento por las inacciones a: “Desearía haber hecho algo que no hice”.

Según las estadísticas cuando somos jóvenes nos da el mismo remordimiento al pensar en nuestras acciones que cuando pensamos en nuestras inacciones.
El %53 siente remordimiento por sus acciones, y el %47 siente remordimiento por sus inacciones.
Hicieron el mismo análisis pero a personas que se encuentran en la tercera edad, y los resultados son sorprendentes, el %16 siente remordimiento por sus acciones, y el %84 siente remordimiento por las cosas que deseo hacer pero que por alguna razón como miedo, temor, problemas o falta de la situación ideal no nos aferramos a aquellas oportunidades que pasaron frente a nosotros.

Que interesante es saber que cuando nacemos solo traemos incorporados dos temores, el temor a caernos y el temor a los ruidos fuertes, quiere decir que todos los demás temores los vamos incorporando a medida que crecemos.
Alguien dijo que el temor es como la fe en reversa, o como querer avanzar en un auto pero con el freno de manos activado.

Fuimos creados para amar a Dios y cumplir su propósito aquí en la tierra, nuestro propósito es mucho mas alto que solo correr lejos de las cosas malas, no hemos sido llamados a solamente portarnos bien, sino a ser gente de influencia en nuestra generación.
Estas atravesando circunstancias adversas, las cosas no pintan favorables, que si la vida que deseas esta encerrada en tu mas grande problema, en tu peor falla, tu mas grande temor?
Esperas a que todo este favorable, a estar en una situación ideal, quizás ese día nunca llegue, atrévete a hacer la diferencia hoy.

Eclesiastés 11:4 Quien vigila al viento, no siembra;
quien contempla las nubes, no cosecha.

No digas que eres demasiado viejo como para comenzar algo nuevo, una nueva etapa, Gordon y Freda Lindsay tenían cerca de 60 años cuando comenzaron el Instituto Christ for the Nations en Dallas Tx. Muy pronto Freda se quedo sin la compañía de su esposo, y muchos pensaron que era el fin del sueño, sin embargo esta mujer valiente llevo adelante el Instituto por mas de 40 años, y graduando a mas de 36.000 estudiantes que hoy están repartidos por decenas de naciones.
Cuando muchos están pensando en retirarse, o simplemente pensando en lo que pudieron haber hecho y no hicieron, Freda emprendió la aventura de su vida.

No digas que eres demasiado joven y que nadie te tendrá en cuenta, aquí te comparto una lista para hacerte reflexionar: Mozart tenía 8 años cuando compuso su primera sinfonía, Ralph Waldo Emerson tenía 14 años cuando se matriculó en Harvard, Paul McCartney tenía 15 años cuando John Lennon le invito a unirse a su grupo, Bill Gates tenía 19 años cuando fundó Microsoft, el gran Platón tenía 20 años cuando se convirtió en discípulo de Sócrates, Ralph Lauren tenía 29 años cuando creó la marca Polo, Williams Shakerpeare tenía 31 años cuando escribió Romeo y Julieta, Coco Chanel tenía 38 años cuando presentó su perfume Chanel Nº5, la madre Teresa tenía 40 años cuando fundo las Misioneras de la Caridad

Hoy es buen día para dejar de repetir el pasado y comenzar a crear un futuro diferente

“la voz de la seguridad dice: enciende un fuego en el hogar, y quédate dentro, allí donde te sientes bien”. Pero la “voz” de la aventura dice: “Enciende un fuego en tu alma, y después sal y persigue tu pasión”.